Sé que puede resultar fuerte, pero es una gran herramienta.

Me visualizo en la experiencia de mis últimos suspiros y me abro a ver qué imagen tiene mi cuerpo desde fuera, quién me rodea, cómo estoy viviendo la experiencia…

Hasta que llega el momento en que dejo mi cuerpo.

Y entonces me abro a ver cómo lo experimentan las personas que están conmigo, observo el impacto que tiene en ellas…

Lo voy respirando todo.

Después visualizo que ha pasado ya una semana desde que dejé mi cuerpo y observo a las personas importantes de mi vida como pareja, familia, amigos…

Y “escucho” lo que están hablando de mí, escucho el impacto que he tenido en sus vidas, escucho el legado que les he dejado, lo que recibieron de mí, lo que nuestro vínculo ha supuesto para ellas…

Esta meditación me recoloca rápidamente, me muestra dónde estoy perdiendo el tiempo y qué me acerca a un lugar bueno, tanto para mí como para mi gente.

En mi caso, esta meditación me muestra lugares donde aún no me estoy amando incondicionalmente, y es que, aunque he hecho camino, todavía me queda.

El hecho de no amarme incondicionalmente a veces hace que no me cuide como necesito, que no defienda mi opinión o que entre en dinámicas de relación donde pierdo mi poder.

Pero tener claro que elegí la Misión de Vida de venir a vivir experiencias que de alguna manera me mostrasen lo que NO es el Amor Incondicional y sentir nítidamente en mi cuerpo que elegí el camino de transmutarlas para aprender a amarme a mí misma sin ninguna condición, me da mucha fuerza y le da sentido a todo lo que he vivido.

He venido a aprender sobre el Amor Incondicional eligiendo una familia o unas parejas en las que NO siempre me sentí amada incondicionalmente, y verlo desde una perspectiva más amplia, en lugar de identificarme con que no me aman porque tengo ningún valor o de quedarme en el resentimiento hacia los otros, me ha traído mucha consciencia, sanación y elevación de mi vibración.

Y de esto va alinearnos con nuestra Misión de Vida, esta es la sanación y liberación que nos trae alinearnos con ella.

Alinearnos no significa que tengo que cambiar de trabajo, o de pareja, o que tengo que montar un proyecto, o soltar el negocio que llevo…

Es mucho más profundo y mucho más liberador. Y no hay ningún tengo que…

Se hace desde el amor, desde el cuidado, desde la comprensión y desde el abrazo a una misma brota.

Esto es lo que trabajamos en el retiro de la misión, ya sea en su versión presencial en plena naturaleza o en el formato online, para las que vivís lejos y no podéis venir hasta Cataluña.

Puede irte muy bien tanto si estás en un momento donde “te come lo negro” como en un momento de soltar e integrar tus verdades.

También si lo que necesitas es encontrarle un sentido a lo que has vivido o quieres soltar eso que estás llevando que te pesa tanto.

Puedes ver aquí toda la información y las próximas fechas en la página del Retiro de la Misión.