Familia · 17. noviembre 2017
Mariposa · Arte Menstrual JuliaRo · juliaro.com
¿Sabes lo nutritiva que es tu sangre menstrual y para qué puedes usarla?
¿Conoces la vinculación especial que tienes con tu abuela materna?
Muchas de nosotras aún desconocemos los beneficios de nuestra sangre menstrual. Esta sangre, que no aparece ni en los anuncios de compresas, y que desgraciadamente aún da grima a muchas mujeres –por influencia del estado patriarcal en el que vivimos-, es uno de los líquidos más nutritivos que hay. Entre otros tesoros, nuestra sangre menstrual, contiene células madre regeneradoras.
La sangre del período podemos usarla para tratar heridas y traumatismos, para fertilizar la tierra, para tratamientos de belleza en el cuerpo y en el pelo o para abonar las plantas de casa. Antiguamente, las mujeres trabajaban la tierra con faldas largas, practicando el sangrado libre. Dejando así las semillas de su vientre en la tierra, ayudando a su regeneración y facilitando también la abundancia de las cosechas.
Nuestro ciclo menstrual es tan poderoso, que ha permitido que la vida florezca generación tras generación.
Cuando tu abuela parió a tu madre, ya la trajo al mundo con los ovocitos que transformados en óvulos, le iban a permitir ser mamá algún día. Y de uno de esos óvulos, vienes tú. Así que de alguna manera, has estado en el vientre de tu abuela. Y además, llevas información de tu abuela aunque hayas compartido con ella pocos años o ni siquiera la hayas conocido. De la abuela materna nos llega a las mujeres, la mayor carga genética del sistema familiar al que pertenecemos. Además, como la genética “se salta una generación” es probable que acabes teniendo más parecidos con tu abuela materna que con tu propia madre.
Estos días, después de un trabajo terapéutico muy potente estoy redescubriendo a mi abuela materna. Y para mi está siendo algo muy grande porque nunca la conocí, ya que entregó a mi madre en adopción nada más nacer. Consciente o inconscientemente siempre la juzgué por hacerlo, pero ahora que estoy reconectándome con ella, estoy comprendiendo qué vivió y qué le empujó a tomar esa decisión.
Y es que la conexión con ella es tan poderosa, que en nuestro cuerpo está grabada la información de lo que vivió, de lo que sintió…
Quiero compartirte un ejercicio sencillo y lindo para que le des consciencia a ese vínculo. Vivir este vínculo conscientemente puede ayudarte a dejar de repetir patrones que no son tuyos. Y pueden ayudarte a sentirte más sostenida y enraizada en tu vida cotidiana.
- Tomate un tiempo para ti y ve a algún lugar tranquilo de casa o de la naturaleza.
- Date unos minutos para ponerte cómoda, cerrar los ojos y comenzar a habitar las sensaciones que hay en tu cuerpo.
- Deja que poco a poco, aparezca delante de ti una imagen de tu abuela. Si no la has conocido, deja que aparezca la imagen de una mujer.
- Visualiza como de tu corazón sale un hilo de sangre menstrual que baja hasta tu útero y sale por tu vagina. Este hilo de sangre menstrual entra por la vagina de tu abuela, subiendo a su útero, hasta llegar a su corazón.
- Déjate sentir este hilo de sangre menstrual.
- Mira a tu abuela a los ojos, respira con ella.
- Observa como poco a poco comienza a nacer una flor en su corazón y en el tuyo. Déjate sorprender por la flor que nace.
- Estate atenta a observar movimientos energéticos en tu corazón o en la zona del pecho. También puedes notar cambios de temperatura u otras sensaciones.
- Pasados unos minutos, revisa por si tienes algo que decirle, por si hay alguna frase que necesitas verbalizarle.
- Escucha si ella tiene algún mensaje para ti.
- Al terminar, despídete de ella hasta vuestro próximo encuentro.
- Quédate un rato sin hacer nada, habitándote para permitir que lo que acaba de suceder se recoloque de manera orgánica dentro de ti.
Si tienes ganas y te apetece, te agradezco que me compartas cómo te ha ido.
Muchas gracias por tu atención y confianza.