Muchas mujeres que llegan a mis espacios me hacen la misma pregunta, con los ojos llenos de asombro y curiosidad:
—¿Cómo comenzaste a conectar con María Magdalena?
Hoy, que estamos gestando juntas algo muy profundo y sanador, quiero abrir mi corazón y contarte cómo nació esta relación tan íntima y transformadora con ella, una Maestra amorosa, firme y luminosa.
La noche en que me habló
Fue en el verano de 2018.
Había terminado de facilitar un intensivo profundo, de esos que te remueven por dentro y también te nutren en lo esencial.
Al finalizar, surgió un conflicto entre algunas alumnas. Se crearon bandos, se tejieron tensiones… y aunque el grupo ya no estaba bajo mi responsabilidad, me costó soltarlo.
Durante noches no pude dormir.
Me dolía el alma al ver cómo, incluso en espacios de sanación, puede aparecer la separación.
Una de esas noches, desvelada, recé.
Pedí ver con mayor claridad.
Pedí una mente alta y un corazón sereno.
Y entonces, ella me habló.
María Magdalena me mostró que lo que estábamos viviendo no era algo nuevo, ni personal. Era parte de una herida antigua y colectiva:
A las mujeres nos cuesta sostener nuestro propio poder.
Nos cuesta habitarlo con amor, sin miedo, sin culpa.
Nos cuesta abrirnos a él, sin cerrarnos a las demás.
La historia de la mujer hierbera
Esa noche, me compartió una visión.
En un pequeño pueblo, vivía una mujer sabia. Conocía las plantas, las hierbas, los ciclos. Ayudaba a todas con sus ungüentos y remedios. Era querida, respetada.
Hasta que una de las mujeres sintió miedo:
¿Y si su marido se fijaba en ella?
No había pasado nada, pero el miedo bastó.
Comenzó a hablar mal de la hierbera…
Y, poco a poco, las demás mujeres se apartaron.
La dejaron sola.
—Esto sigue ocurriendo hoy —me dijo María Magdalena—.
Cuando una mujer habita su poder desde el equilibrio, a veces no la celebramos. La tememos. La juzgamos.
Y al rechazarla a ella, rechazamos también nuestra propia posibilidad de brillar.
Ese rechazo nos impide a todas tomar nuestro lugar.
El poder verdadero
Desde esa noche, ella comenzó a hablarme sobre el verdadero poder femenino, el que nace del amor, no del control.
Me habló de un abanico de cinco aspectos del poder, y me acompañó a mirar con honestidad todos los lugares donde yo misma aún no lo estaba tomando:
- En mi relación de pareja
- En mi vínculo con la familia de origen
- En mi forma de trabajar y de entregarme al mundo
- En mi manera de tratarme
- En cómo habitaba mi cuerpo y mi sexualidad
Desde entonces, sus enseñanzas están presentes cada día en mi vida.
Me ayuda a mirar con perspectiva.
A consolarme.
A decidir con el corazón.
A confiar en lo que entrego.
A recuperar partes de mí que había olvidado.
Y, sobre todo, me ha enseñado algo muy valioso:
He aprendido a convertirme en mi propia guía.
Mi propia gurú.
Y si tú aún no tienes esa conexión…
también es posible para ti.
María Magdalena como guía viva
Hoy, puedo decir que ella se ha convertido en una hermana del alma.
Una presencia que me recuerda cada día quién soy, qué he venido a hacer, y que no estoy sola.
Este año, he acompañado a dos grupos de mujeres a recorrer el sur de Francia, siguiendo las huellas que ella dejó.
Caminar por esas tierras ha sido un regalo sagrado.
Y ahora, siento que ha llegado un nuevo momento.
Una comunidad para mujeres que escuchan el llamado
Estamos en tiempos de despertar profundo.
Son muchas las mujeres que están sintiendo el llamado a vivir su espiritualidad de forma cotidiana, real, anclada.
Por eso, junto a María Magdalena, estoy preparando una comunidad luminosa de mujeres conscientes.
Un espacio para:
- Sentirte sostenida en tus procesos
- Aprender a canalizar su energía y mensajes
- Integrar sus enseñanzas crísticas en tu día a día
- Compartir con otras mujeres sin juicio, en hermandad
- Y sobre todo… para convertirte en tu propia guía
Te invito a un encuentro muy especial:
“Un cacao con María Magdalena”
- Miércoles 5 de noviembre
- A las 17:00 h (hora Madrid / Barcelona)
- Encuentro online por Zoom
- Coincidiendo con la Luna Llena
Será una ceremonia íntima en la que María Magdalena se encontrará con todas nosotras para presentar esta nueva comunidad que estamos tejiendo con tanto amor y visión.
Una red de mujeres que se acompañan, se ven y se recuerdan mutuamente su Luz.
>>> Haz clic aquí para inscribirte
Gracias por leerme con el corazón abierto.
Gracias por caminar este camino conmigo.
Y gracias, sobre todo, por recordar que tú también puedes habitar tu poder con amor, sin miedo, y desde la belleza de tu verdad.
Con ternura y profunda devoción,
Carmen Hernández Rosety
Y la guía siempre presente de María Magdalena
Quiero regalarte un ritual sencillo y poderoso para entrar en resonancia con esta energía y fortalecer la esperanza en lo que está por venir.
Ritual de Imbolc: Encendiendo tu Luz Interior
Para este ritual, trabajaremos con tres recursos energéticos que nos ayudarán a conectar con la fuerza de la gestación y la manifestación:
Aceite esencial de limón: Su aroma nos despierta, nos llena de energía y nos conecta con la confianza y la acción. Puedes aplicarlo en las muñecas, el pecho o el plexo solar, siempre en zonas donde no reciba la luz solar directa.
Mineral amarillo (como el cuarzo citrino): Este cristal sostiene nuestra conexión con la luz interna y la expansión de nuestro propósito. Puedes llevarlo contigo durante el día o sostenerlo en las manos mientras meditas.
Afirmaciones: Nuestras palabras tienen gran poder. Te invito a escribir algunas de estas afirmaciones:
Me abro a sanar la herida que me dificulta darme permiso para desear.
Me ilusiono por lo que llegará a mi vida más adelante.
Confío en que cocrearé las condiciones necesarias para que mis proyectos se materialicen.
Tomo mi poder y me permito soñar en grande.
Te propongo que, durante 3 días, a primera hora de la mañana si es posible para ti, nombres en voz alta y en tu lengua materna, la afirmación que más resuene contigo ese día, teniendo el mineral en tus manos y sintiendo el aroma del aceite esencial de limón.
Repítelo de nuevo por la noche.
En 3 días se habrán anclado en ti los códigos de la Ilusión, de la Confianza y de la Materialización.
Haz este ritual con la certeza de que lo que está naciendo en tu interior es sagrado.
Honra tu luz, honra tu camino.
Honro tu luz, honro tu camino.
Cuéntame después cómo lo has sentido.
Si deseas profundizar en las energías que Madre Tierra te ofrece, te animo a formar parte del Curso Mujer Madre Tierra, para que te alinees con tu autenticidad, con la sabiduría de la tierra y seas guardiana de los saberes ancestrales del mundo.
