Hay días en los que el corazón se desborda y las palabras apenas alcanzan para nombrar lo vivido.
Hoy te escribo desde ese lugar…
Con el corazón lleno y una profunda sensación de gratitud, serenidad y sentido de propósito.
Una llamada que vino de lo alto
Hace unos meses, recibí una imagen poderosa en meditación: un gran mineral aproximándose a la Tierra. Después supe que se trataba del asteroide 3I Atlas.
Esa visión me condujo a la montaña sagrada de Montserrat, concretamente a la ermita de María Magdalena, Maestra Ascendida que guía el camino de muchas de nosotras.
En ese lugar tan sagrado, recibí información, códigos, comprensiones… y una apertura del corazón que aún hoy me emociona al recordar.
Fue allí donde María Magdalena nos propuso iniciar un recorrido geográfico por distintos puntos de Cataluña. Lugares donde ella misma vivió o vórtices energéticos que necesitan ser reactivados.
>> El propósito: reforzar la red energética viva al servicio del Bien Mayor y de la VIDA.
Naturaleza feroz. Presencia salvaje.
Hace unos días dimos el primer paso.
Realizamos la primera mini peregrinación… con frío, lluvia, viento y la montaña casi para nosotras solas.
La naturaleza estaba feroz, y al mismo tiempo nos ofreció el regalo de un camino limpio, sutil, profundo.
Durante el ascenso, fuimos guiadas por mensajes canalizados de María Magdalena y de La Moreneta, la Virgen Negra de Montserrat.
Nos pidieron entrenar la atención y afinar nuestra percepción energética.
Nos enseñaron a sentir más allá de los sentidos.
A estar presentes desde el corazón.
Fue salvaje y vibrátil.
Y profundamente transformador.
Una ofrenda, un ritual, una activación
Cuando llegamos arriba, hicimos un ritual con frutos y frutas de temporada.
Cantamos, honramos los cristales del interior de la montaña, y conectamos con la frecuencia del lugar.
Activamos así el primer punto del mapeado energético que nos propuso la Maestra.
Al bajar, algo en nosotras ya era distinto.
Más claridad. Más ligereza. Más fuerza.
En la rueda de recogida del día, algunas compartieron:
- “Se me han ido todas las tonterías.”
- “Hoy he terminado de soltar algo que todavía pesaba.”
- “Ahora comprendo por qué traje a esta montaña el ramo de mi boda hace tantos años…”
Confía en tu visión, hermana
Te comparto todo esto, no solo como relato, sino como recordatorio.
Para ti, que a veces dudas. Para ti, que sueñas con una vida más conectada, más alineada.
Confía.
Confía en tu visión.
Confía en tu intuición, en tu llamado, en tus anhelos.
Confía en ti.
La tribu que regenera y recuerda
Hay algo muy poderoso en caminar acompañadas.
En compartir ritual, intención, silencio… y verdad.
Necesitamos una tribu que nos recuerde la grandeza de Madre Tierra.
La potencia de nuestra intención.
La ferocidad amorosa de nuestro corazón.
Ese templo rojo que late en cada una de nosotras…
Y que espera ser escuchado.
¿Y tú, quieres formar parte de esta energía?
Si sientes el llamado a vivir algo así, pero no encuentras cómo o con quién, quiero recordarte que existe La Comunidad con María Magdalena.
Una comunidad online, viva, luminosa, donde la Maestra nos acompaña a recordar, a confiar, a sanar, a empoderarnos, a transmutar nuestra sombra y a volver a casa.
Ahora mismo las puertas están cerradas,
pero puedes inscribirte a la lista de espera aquí:
>>> Comunidad con María Magdalena